lunes, 18 de agosto de 2008

Museo Numismático de Guatemala


En otras ocasiones le he dedicado espacio a la labor que el Banco de Guatemala realiza en la conservación y difusión del patrimonio nacional bajo su custodia.
Respecto al manejo y conciencia de sus fondos artísticos, es casi la única organización estatal que invierte en sus legados y alcanza con esto, resultados que otras entidades no poseen (ya por falta de imaginación o por la escasez de recursos económicos). Si bien existen distintas pinacotecas oficiales, es esta la que se ha responsabilizado de proyectar su repertorio dentro de los cánones esperados para cuidar algo que es de todos los guatemaltecos. Desde programas educativos, hasta registros como libros y artículos específicos en publicaciones diversas, a la prevención y hasta restauración de sus murales e históricos edificios, lo convierten en una institución única a imitar.
El banco puso a disposición del público, en 1996, el Museo Numismático de Guatemala con resultados admirables. Ubicado en el corazón del Centro Cívico, en lo que fue la zona de cajas generales y la bóveda de caudales, esta sala transporta al visitante por distintas etapas de la historia del país hasta aterrizarlo en el presente. Al mismo tiempo aprovecha el espacio para crear una sala digna en la que se le rinde homenaje al pintor y muralista Carlos Mérida.
A partir de seis ejes temáticos: Época Prehispánica, Época Colonial, Independencia y Federación Centroamericana, Época de la República, Banco Central y Banco de Guatemala, el guión museográfico trasmite nociones históricas desde una perspectiva atractiva y dinámica. Y es que aunque el objetivo de su creación gira en torno a la moneda como objeto de valor intercambiable, los elementos que acompañan la presentación dejan ver un país que en muchos aspectos se perdió en la memoria del tiempo.
Entre las rarezas que se exhiben están las fotografías de la antigua penitenciaría, cuyo solar ocupa hoy buena parte del edificio. A ellas se suma una panorámica del Parque Central antes de 1892, en la cual es posible apreciar el aspecto que tenía el área por aquellas fechas. Eso, entre otras visiones particulares que crean un ambiente eficaz para revestir el contexto en el que el dinero de cada época se movía.
El museo, entonces, es un mapa del progreso de la nación. Entre maquinaria de diversa índole (ya sea para troquelar o para diseñar monedas), obras de arte (pinturas de Alfredo Gálvez Suárez; la escultura del presidente Orellana, de Rafael Rodríguez Padilla: o las recreaciones de Tache Ayala y las alegorías mayas de Mayra Klée), enseres de lujo (como los objetos personales, cuajados en joyas, del presidente Justo Rufino Barrios, entre muchas otras), la visita es un verdadero deleite. También es una buena oportunidad para acercarse al delicado trabajo correspondiente al diseño de papel moneda y otros títulos monetarios, el cual en algún momento se realizó en el extranjero con lujo inigualable. Cabe mencionar el refinado trabajo del tallador de la Casa de la Moneda, Juan Bautista Frener. El museo se localiza en la Plaza Carlos Mérida, en la 7ª avenida 22-01 zona 1 y el sitio desde la Internet es www.banguat.gob.gt.

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