lunes, 22 de septiembre de 2008

Lily y Alicia...

En mayo de 2008 me tocó vivir una oscura experiencia que me llevó de la mano para escribir la obra de teatro Lily Monster. Trabajo que uní a otro ejercicio que había realizado hace unos doce años llamado Alicia en el País de las Maravillas.
Este último fue dirigido por Consuelo Miranda en 1997 como cierre de un curso de teatro avanzado que ella dirigía en Artestudio Kodaly. Los resultados no dejan de sorprenderme y agradarme ya que el público y los medios de comunicación acogieron positivamente la propuesta. Una obra de esta naturaleza –explora la bipolaridad, esquizofrenia y las alucinaciones- no hubiera podido llevarse a escena sin un elenco muy especial. Es de éste, el valioso material humano, de quien quiero dejar un registro debido a que ninguna de las entrevistas y reportajes se ocupó mucho de él.
Por empatía, admiración y respeto a su capacidad histriónica, Vivian Sánchez se ha convertido en una de las actrices invitadas de forma permanente a las obras en las que estoy involucrado. Su manera de acoplarse a las instrucciones dictadas desde la dirección y el poco tiempo que hay que dedicarle para la concepción de sus personajes, la hacen la profesional ideal para desempeñar distintos roles, sin importar el género. Lo mismo se puede decir de Rochy Arce. Su porte camaleónico, el compromiso con el que se adentra en sus papeles, sorprendentes visiones en los contenidos del guión, aunado a una chispa, carácter y memoria muy especiales, la definirán dentro de la historia del teatro nacional sin lugar a dudas.
Ana Lilian Silva, compañera de tablas por muchos años, aportó algo más que su actuación en el play. Escribió una alegoría sobre la muerte con la cual cerré Alicia en el País de las Maravillas para dar un color muy distinto a algo que, una década atrás, había sido tratado por la señora Miranda como comedia. En la dinámica y en consonancia con Silva el desarrollo de su personaje se luce el adolescente Luis Pedro Sosa quien lleva al público por un clímax en el que el miedo es el coprotagonista. Ambos saben apropiarse del momento y emocionar al público. Como personaje misterioso, eficaz y sensual, queda entre ellos la figura silenciosa de Patricia Salvatierra quien matiza su trabajo desde perspectivas intuitivas valiosas.
De los Aquelarre, el grupo al que pertenezco ¿qué puedo decir? Daniela Castillo, Julio de León, Raymundo Rosales, Roberto Arana y Marcela Colom están transitando por una vía muy particular. Se trata del teatro de búsqueda y con ello están aportando ideas y energías que no solo revitalizan las mías, si no que me obligan a seguir buscando para darles a ellos yo también. Si quieren saber más de nosotros entre a aquelarreteatrocontemporaneo.blogspot.com.
La última función de Lily Monster y Alicia en el País de las Maravillas será el día de mañana, a las 20.15 horas en el teatro del IGA. Luego, si la economía lo permite, iremos en diciembre a la República Dominicana a un Festival Internacional.

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