A lo ya anotado en las dos últimas semanas habrá que mencionar el nacimiento de la Suite Madrileña. Nombre que acoge dos ideas que surgen y se desarrollan en el taller creativo Franja Fotográfica de Madrid y que se darán a conocer la primera en agosto y la segunda en octubre.
Se trata de una obra de teatro y de una exposición de mi trabajo visual intervenido (y mejorado) por Juan Carlos Melero. Piezas que se suman, de alguna forma, a una serie de compromisos adquiridos entre España y Guatemala.
El ejercicio teatral se estrenará en el Instituto Guatemalteco Americano los martes de agosto, con el nombre de Lilly Monster y Alicia en el País de las Maravillas. Espacio que la institución da a los montajes que considera como experimentales y que yo llamo de búsqueda. Lilly Monster se adentra en las profundidades de una mente irremediablemente deteriorada por la esquizofrenia y la bipolaridad. Los personajes que aparecen en ella son una mezcla tomada de la realidad y su ausencia absoluta. Es quizás por lo señalado —y lo que presencié— que sea una de las obras más oscuras que me ha tocado escribir y dirigir hasta el momento.
La propuesta se une a otro esquech, muy relajado, perteneciente a la ficción, que confeccioné hacia 1996 por encargo. El mismo vio la luz en algunas funciones privadas: Alicia en el País de las Maravillas. Sin embargo, se presta, como anillo al dedo, para hacer un contraste entre lo que yo llamo la demencia patológica y la que tenemos todos los que decimos que no estamos locos. Ambas se enlazan por un brillante monólogo, producto de las investigaciones de casos específicos, cuyo autor es el economista Hugo Maúl.
La que le da el nombre a todo el conjunto es la Suite Madrileña. Ésta consta de una colección de gráfica digital en la que trabajamos (en lo que se convirtieron mis vacaciones más memorables) Juan Carlos Melero y yo. El proceso, por demás revelador, fue apasionante y permitió que, entre charla y creación, pudiéramos planificar el programa educativo ya publicado en este espacio.
No hablaré aquí de las gráficas porque sus consecuencias solo dependen de la manera como las asimile el público. Puedo afirmar, sin embargo, que la génesis de la producción es todo lo contrario de los contenidos que habitan en la obra de teatro. Eso, porque nacen de cimientos más positivos. Aquí hay otro espíritu en color, ritmo y, de la investigación resultante, descubrimientos a los que me indujo Melero y que permitieron reencontrarme con una manifestación que, según yo, había quedado enterrada y olvidada. Si el viaje ya valía la pena, esta experiencia lo marca de manera especial. Las piezas, como corresponde en justicia, están firmadas por los dos.
La finalidad de esta exposición es la de recaudar fondos para que otros artistas emergentes vayan a Europa a formarse. La colección verá la luz en octubre, en la sala del Cantón Exposición de G&T Continental.
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