Desde hoy se puede visitar, en el Museo Ixchel de Traje Indígena, la pinacoteca que el Club Rotario Guatemala Sur propone para su subasta anual.
Esta actividad se inició en 1975 con el fin de recaudar fondos para ayudar a forjar un mejor país. En el presente la entidad fortalece las misiones de instituciones como FUNDAMEX que se hace cargo de niños superdotados de escasos recursos, La Fundación Castillo Love cuya misión ha sido alfabetizar niñas del área rural y la Fundación Fernando Iturbide que ha desarrollado un programa vital en la prevención del VIH que incluye visitas a espacios poco visitados por otras entidades sanitarias de carácter público. Es de esta forma que tanto rotarios como iniciativa privada, artistas y coleccionistas, se solidarizan para cumplir varios fines por demás plausibles.
La selección ofrece algunas variantes en cuanto a los creadores emergentes. En este sentido se pueden encontrar alternativas de productores desconocidos que pueden ser considerados como verdaderas promesas y por ende, inversión a largo plazo. También hay obra para los que buscan trabajos de artistas consolidados. El listado lo encabeza, el decano de los pintores de Guatemala, José Luis Álvarez (1917) quien es considerado el último impresionista vivo del siglo XX y cuya obra suele centrarse en los contrastes de luz sobre los históricos muros de la ciudad de Santiago, la Antigua Guatemala.
Con él exponen autores de generaciones más recientes como el matérico César Izquierdo, Eugenia Beltranena, César Barrios o Alfredo García. Todos ellos con aportes a la historia del arte del país en las distintas expresiones por las que se han adentrado.
Entre los grabadores destaca la obra de tres autores: Guillermo Maldonado, Francesca Pitzo y Mónica Torrebiarte. Aunque los tres están proponiendo desde el estampado xilográfico, los resultados individuales quedan a la vista. Maldonado se focaliza en dos temas que son recurrentes en él; la fauna y lo urbano, ambos manejados con una soltura que los hace sobresalir entre toda la colección expuesta.
Las impresiones de Pitzo también incluyen una visión zoológica. Su perspectiva tiende a buscar un universo idealizado muy cercano al concepto que podría tenerse del Jardín del Edén. Asimismo exalta la figura femenina como entidad trascendente en la naturaleza.
Torrebiarte por su lado sigue ahondando a partir de su serie “Otro Reino”. Sus respuestas las presenta desde las perspectivas delicadas del entomólogo. En lugar de imprimir sobre papel lo hace sobre delicados brocados.
Es mucha la oferta en esta actividad. Escultura, pintura, grabado y una ingeniosa instalación al estilo Warholiano. Entre las primeras hay que localizar con especial atención una talla directa sobre mármol naranja realizada por Diana Fernández. En pintura hay más de ochenta opciones y entre ellas, una especial recomendación personal. Se trata de la vibrante acuarela de Teresa María Ceballos porque además de dominar la técnica sin problemas, propone. En el grabado, además de lo mencionado, hay una serigrafía firmada del fallecido maestro Dagoberto Vásquez Castañeda. Vale la pena recordar que la subasta tiene como finalidad una acción loable. Sea usted cómplice de ella.
Esta actividad se inició en 1975 con el fin de recaudar fondos para ayudar a forjar un mejor país. En el presente la entidad fortalece las misiones de instituciones como FUNDAMEX que se hace cargo de niños superdotados de escasos recursos, La Fundación Castillo Love cuya misión ha sido alfabetizar niñas del área rural y la Fundación Fernando Iturbide que ha desarrollado un programa vital en la prevención del VIH que incluye visitas a espacios poco visitados por otras entidades sanitarias de carácter público. Es de esta forma que tanto rotarios como iniciativa privada, artistas y coleccionistas, se solidarizan para cumplir varios fines por demás plausibles.
La selección ofrece algunas variantes en cuanto a los creadores emergentes. En este sentido se pueden encontrar alternativas de productores desconocidos que pueden ser considerados como verdaderas promesas y por ende, inversión a largo plazo. También hay obra para los que buscan trabajos de artistas consolidados. El listado lo encabeza, el decano de los pintores de Guatemala, José Luis Álvarez (1917) quien es considerado el último impresionista vivo del siglo XX y cuya obra suele centrarse en los contrastes de luz sobre los históricos muros de la ciudad de Santiago, la Antigua Guatemala.
Con él exponen autores de generaciones más recientes como el matérico César Izquierdo, Eugenia Beltranena, César Barrios o Alfredo García. Todos ellos con aportes a la historia del arte del país en las distintas expresiones por las que se han adentrado.
Entre los grabadores destaca la obra de tres autores: Guillermo Maldonado, Francesca Pitzo y Mónica Torrebiarte. Aunque los tres están proponiendo desde el estampado xilográfico, los resultados individuales quedan a la vista. Maldonado se focaliza en dos temas que son recurrentes en él; la fauna y lo urbano, ambos manejados con una soltura que los hace sobresalir entre toda la colección expuesta.
Las impresiones de Pitzo también incluyen una visión zoológica. Su perspectiva tiende a buscar un universo idealizado muy cercano al concepto que podría tenerse del Jardín del Edén. Asimismo exalta la figura femenina como entidad trascendente en la naturaleza.
Torrebiarte por su lado sigue ahondando a partir de su serie “Otro Reino”. Sus respuestas las presenta desde las perspectivas delicadas del entomólogo. En lugar de imprimir sobre papel lo hace sobre delicados brocados.
Es mucha la oferta en esta actividad. Escultura, pintura, grabado y una ingeniosa instalación al estilo Warholiano. Entre las primeras hay que localizar con especial atención una talla directa sobre mármol naranja realizada por Diana Fernández. En pintura hay más de ochenta opciones y entre ellas, una especial recomendación personal. Se trata de la vibrante acuarela de Teresa María Ceballos porque además de dominar la técnica sin problemas, propone. En el grabado, además de lo mencionado, hay una serigrafía firmada del fallecido maestro Dagoberto Vásquez Castañeda. Vale la pena recordar que la subasta tiene como finalidad una acción loable. Sea usted cómplice de ella.
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