Casi simultáneamente se entregaron dos novedades editoriales —de lujo— enfocadas en el conocimiento de imágenes, ornamentos y tradiciones católicas guatemaltecas: Nazarenos de Guatemala y Contemplaciones.
La primera es obra del fotógrafo José Carlos Flores y se centra en el registro de 23 tallas del Nazareno localizadas en templos de todo el país. Esculturas, todas, que son únicas en cuanto los sentimientos individuales de los artistas que las crearon. Por lo mismo están consideradas como trabajos de belleza extraordinaria y eslabones fundamentales en la historia y la estética del arte nacional.
Entre las características que potencia el libro Nazarenos de Guatemala, repunta el énfasis que Flores hace respecto de los complementos en cada obra. Tanto su orfebrería, como las túnicas, bordados y elementos suntuarios que engalanan las imágenes, resaltan a la par de las peculiaridades del encarnado y características físicas de las estatuas. Detalles que ofrecen una visión poco usual y propician un encuentro más íntimo. Además de identificar la locación exacta de las piezas, brinda un valioso material que permite seguir el rastro de la obra desde el momento que fue creada hasta el presente. En este sentido cada Señor posee su propia y apasionante historia. Uno de los segmentos especiales del libro es el dedicado al Niño Jesús Nazareno de la Demanda. La sutil belleza de esta creación es incomparable, lo que se hace más visible gracias al esmero con el que fue presentado. Como corolario, el autor reseña los usos procesionales y los momentos relevantes que las esculturas tienen dentro del calendario cuaresmal. En apoyo de la base documental se encuentran las acertadas colaboraciones de Carlos Enrique Berdúo y Mauricio Chaulón.
Contemplaciones, por su lado, reúne un valioso material analítico de la historia, arte y cultura de la Semana Santa guatemalteca. La dirección y origen del proyecto estuvo a cargo de Felipe Aguilar quien compartió créditos, en la investigación de campo, con el académico Johann Melchor. A ellos se sumó un equipo interdisciplinario que contribuyó con el rigor de la obra.
Las visiones del pasado y el presente abundan desde perspectivas que no olvidaron la especial topografía guatemalteca. Fotografías antiguas presentan de modo didáctico el ayer de la tradición nacional y el esfuerzo de las cofradías para impregnar de mayor dignidad una festividad que está más que enraizada en el corazón de los católicos. Panorama que se multiplica ampliamente ya que en la ilustración contemporánea participaron muchos de los mejores fotógrafos del país.
Entre tanto capítulo destacable hay uno que me llamó mucho la atención: “Consideraciones prehispánicas alrededor de la Semana Santa”. Éste fue desarrollado por Juan Antonio Valdés. En él se adentra en una profunda investigación, bien articulada, sobre las procesiones prehispánicas que fortalece con imágenes extraídas de murales y vasijas arqueológicos precolombinos. Otros créditos que fortalecen el proyecto son los nombres de Alfonso Molina, José Belgara, Julio Orozco, Haroldo Rodas y Miguel Álvarez Arévalo, entre otros.
Ambos libros, ya para terminar, son verdaderas joyas y constituye documentos indispensables dentro de toda biblioteca. No espere para tenerlos.
lunes, 13 de abril de 2009
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