lunes, 1 de junio de 2009

DIE AUGEN

El pasado jueves quedó abierta al público la galería de arte Die Augen (Los Ojos), propiedad del oftalmólogo Carlos León, quien funge como su director.
La nueva sala, que ocupa dos niveles de un edificio, ofrecerá exposiciones periódicas en las que serán incluidos tanto artistas consolidados como emergentes. León creó el espacio como un lugar de apoyo y difusión, para que contribuya a cumplir con la función social que le corresponde dentro del desarrollo de la nación. Además de los usos administrativos y las funciones que tiene una galería, la Die Augen quiere crear una dimensión activa, dinámica, que sea un testimonio del acontecer cultural y que muestre un auténtico perfil de la comunidad a la que pertenece (C. León).
Además del mecenas, hay una figura muy importante detrás de todo esto y que se convierte en una garantía para la seriedad de los proyectos… la directora artística: Julia Vela.
Esta notable de las artes escénicas está poniendo toda su experiencia y energías en matizar una galería que seguramente va a estar marcada por la pluralidad. El catálogo de apertura es el mejor ejemplo ya que, junto con artistas como Rodolfo Abularach o César Izquierdo, se exhiben trabajos de artistas populares de poblaciones aledañas del lago de Atitlán y Comalapa. En este sentido Vela expresa que “Die Augen se ofrece al público como un centro de diálogo y nuevas propuestas conjuntas entre… curadores, críticos, artistas, promotores y marchantes, con la conciencia de que el Arte, como institución occidental, debe replantearse a la luz de nuestra realidad latinoamericana, y sus políticas requieren de una visión democratizadora acorde con la época en la que vivimos, en la que el arte deja de ser un bien de lujo, una pieza de contemplación y colección, para convertirse en una práctica viva y transformadora”.
En el recorrido destacan piezas sobresalientes por distintas razones. El retrato de Olga Arriola, pintado por Dagoberto Vásquez en 1945, antes que él partiera a especializarse a Chile, durante el gobierno de Arévalo, no es algo que se pueda ver usualmente.
En el trabajo ya se pueden apreciar algunos de los elementos de síntesis que el artista fue perfeccionando a lo largo de su carrera. Otro retrato de características destacables es el de un púber realizado por el panza verde José Miguel Leal, en 1906, y que aparece listado como sin título. El trabajo denota a un autor con muchas luces y oficio. Si estudió pintura en Guatemala tuvo que haberlo hecho con los autores cercanos a los artistas que trabajaron para Reyna Barrios y, por ende, con Durini, Doninelli, los hermanos Chávez, Santiago González, los hermanos Penedo y hasta Justo de Gandarias. Por su calidad, sin duda, habrá que investigarlo más a fondo.
De Elmar Rojas hay una acuarela de pequeñas dimensiones de 1969, de cuando existía Vértebra. La obra posee contenidos que demuestran la osadía de Rojas para criticar al sistema y el modo como el autor reinterpretaba sus fuentes de inspiración para crear un universo pictórico paralelo a la realidad. Como los listados, hay otras producciones interesantes.

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