lunes, 2 de noviembre de 2009

Artista del año

María Eugenia Gordillo se ha convertido en una luz por su constancia y amor a los artistas.
Veintinueve años visitando teatros, galerías de arte y leyendo empedernidamente, entre otras actividades, para mantenerse al día y así mantener vigente su actividad. Son casi tres décadas que la directora de la Hemeroteca Nacional ha dedicado a gestionar con sus propios recursos y buena reputación, fondos para incentivar carreras emergentes y reconocer los méritos de artistas consolidados.

En esta ocasión fui invitado para poner la medalla como actor del año a William García Silva y para dar las palabras de cierre. Mientras esperaba mi turno tuve la oportunidad de apreciar la emoción con la que autores con carreras muy notorias y los más jóvenes también esperaban su presea. Al mismo tiempo meditaba respecto a lo importante que es para el artista que se le reconozca su labor en vida. Esto, porque la naturaleza del trabajo que realizan es siempre enfocada a un público específico y salvo los que se desempeñan sobre un escenario y reciben aplausos, rara vez tienen la oportunidad de ser resaltados o historiados por sus méritos.

El regreso a los escenarios de William García Silva, por ejemplo, fue notado de inmediato. Como protesta por la falta de espacios para ejercer con respeto la profesión, se alejó algunos años de las tablas. Fue hasta que lo convocó María Teresa Martínez, para hacer el papel de Luis Mejía en Don Juan Tenorio, cuando se decidió a entrarle de lleno a esta nueva etapa de su carrera actoral. Así llegaría a “1649” del escritor Rubén Nájera y se involucraría más adelante en la creación colectiva del guión de la obra De amor, odios y otras traiciones, en donde tomaría el papel del Rey Vlad, con la que alcanzó el meritorio título de artista del año en la categoría de teatro.

Entre los que recibieron medalla hay que destacar a una de las voces más queridas de la radio nacional: Lucy Bonilla. Esta protagonista ha dedicado su vida a la locución —y en algún momento a la televisión—, imprimiendo a su trabajo una personalidad muy particular por la calidez que exuda. También en el rubro de Trayectoria Artística fue premiada Ana Lucía Orozco, quien además de ser cantante es una extraordinaria actriz.
Las artes visuales fueron representadas por tres autores muy diferentes entre sí. Juan B. Juárez ha sido visible principalmente por las semblanzas y los análisis filosóficos que ha realizado del trabajo de otros autores.

En la actualidad ha puesto a la disquisición del público sus pinturas abstractas. Elsie de Wunderlich además de pintora es también escultora.

Su carrera sobresale por la pasión con la que ha enfrentado sus propios retos creativos. El tercero fue un reconocimiento especial para el decano de las artes de Guatemala. Se trata de Luis Álvarez, autor de la escena Corte del café que aparece en los billetes de 50 quetzales. En total fueron 15 artistas los que recibieron galardón.

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