lunes, 16 de noviembre de 2009

Las Mazorcas

Se habla de un renacimiento del teatro guatemalteco. Más bien me atrevería a decir que por fin le están dando los espacios acreditados a los teatristas serios.

Esto no solo les ha dado una nueva visibilidad a los creadores escénicos, sino que ha insuflado un nuevo hálito al espectáculo nacional. Las hermanas Mazorca, de la cual queda ya la última función el martes 24 de noviembre en la UP, entra en esta categoría.
¿Quiénes están detrás de este montaje? Para empezar, una directora de lujo: Flora Méndez, quien además interpreta uno de los papeles. Esta artista ya ha dirigido varios trabajos con jóvenes, alcanzando excelentes resultados. El día que el Sol despreció a la Luna, El tesoro de Anita y el Entremés de los cinco pescaditos y el Río Revuelto (Manuel Galich) son algunos de sus montajes para niños. Para adultos dirigió recientemente Q.E.P.D. (junto al desaparecido Alfredo Chang L.) y Las Mazorcas.

El ámbito de acción de Méndez en los últimos años han sido las academias de arte —ha formado buenos actores— y recientemente la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos, en donde imparte el taller de actuación 1 (Meyerhold). Como actriz ha destacado en Baby Boom, Tres intrusiones en el ojo ajeno (Estuardo Galdámez), Fuente Ovejuna (Lope de Vega), La Molinera (Casona) y La casa de Bernarda Alba (Federico García Lorca), entre otros. También hay que agregar que es actriz de televisión y de cine.

El elenco está complementado por otros artistas de igual trayectoria. Iván Martínez, quien además es bailarín contemporáneo y folclórico, ha actuado bajo la dirección de protagonistas muy representativos de la historia escénica guatemalteca como Luiz Tuchán, Lizette Mertins, Alfredo Porras Smith, Willy Ramírez Valenzuela, Vinicio Morales, Ángelo Medina, Fernando Juárez y el listado solamente para echar lumbre.

Entre sus trabajos memorables se deben listar Pluto, Ixcalqueh, La caja de arena, El Rey de la Altanería, El Señor Presidente y Corona de amor y muerte, entre muchas. Migdalia Ruiz y Nelly Castillo tienen los roles de la Mamá Tierra y la Mazorquita. La primera ha desarrollado su carrera principalmente en los escenarios de la UP, y Nelly Castillo es una de mis compañeras entrañables de las tablas. De ellas escribiré, en algún momento, un artículo en el que se resalten con justicia sus trayectorias.
La obra tiene elementos emparentados con la cosmovisión maya. Su vestuario es una abstracción metafórica de componentes culturales guatemaltecos, que no caen en el romanticismo de imitar lo existente.

Ni quiere ser folclórica ni lo necesita. Por ende, la historia es una neoleyenda que se aplica, con poesía y magia envolvente, a una de las realidades más vividas de la tragedia mundial: el calentamiento global. Toda la historia impregnada de una metáfora que más que denunciar invita a soñar y a transportarse a un plano paralelo en el que lo lúdico toma el papel de conciencia.
La UP queda en la 10 calle 10-32 de la zona 1, cercana a la iglesia Capuchinas. Asista, no se arrepentirá. Hay parqueo inmediato.

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