lunes, 29 de junio de 2009

Juannio (III)


Si bien en las tomas de Permuth no abundan los retratos, es a partir de la psicología del objeto y la relación de éste con lo humano como él logra esa identificación entre el observador y la imagen. En su caso particular, puede encontrarse numerosa información sobre su labor en Internet.
Juan Pelayo Castañón (segundo lugar), Beatriz Echeverría y Gerardo Iván Gularte (ambos finalistas) deben considerarse dentro de la corriente emergente, aunque la segunda parece haber pasado ya por una larga formación. Los puestos que alcanzaron son meritorios, pero no tengo mayores puntos de apoyo en otros trabajos de ellos para adentrarme en lo que hacen. En todo caso habrá que indicar que dentro de la caja Cabal, producida en el Taller de Gráfica Experimental (Centro Cultural Metropolitano), hay una referencia anterior muy similar a la “vieja inadecuada” de Gularte Paredes.
Otra pieza muy influenciada, en este caso por la figuración de Marlov Barrios, es la de Sergio Valenzuela. Este artista ha logrado gran difusión de su trabajo en otros eventos de similar naturaleza y en exposiciones colectivas. No solo posee un buen dominio del pincel, sino que maneja con soltura la aplicación del pigmento. Entre sus virtudes destaca su capacidad como dibujante y su entendimiento espacial.
También dentro del bloque finalista están las obras de Enrique Castillo y Luis Enrique Simón, ambos ex alumnos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Castillo, uno de los discípulos más logrados de Daniel Schafer, se asienta como pintor en toda la dimensión de la palabra y con muy buena mano. Intenso en el color y limpio en la aplicación del mismo, ya en lo lineal como en lo que sugiere por medio de siluetas, el autor ha despegado con ideas propias hacia una carrera que luce más que prometedora.
Por su lado, Luis Enrique Simón se desarrolla dentro de un campo más conceptual con un objeto, cuya misión es más la meditación que lo estético. Su ascendiente indígena le lleva por la senda de la memoria histórica. Más que una instalación, este objeto se convierte en un estandarte de ideas relacionadas al conflicto armado y el sufrimiento del pueblo guatemalteco. Bien, en cuanto a que se ahorró elementos (sangre, armas, fosas y otras cosas usuales).
Los seleccionados para catálogo lo abren los hermanos Anzueto. Fátima y Alejandro. Fátima es egresada también de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, y Daniel Schafer la atrajo a su grupo de estudiantes porque encontró en ella capacidad suficiente para interrelacionarse artísticamente con ella.
Es por esto que le dedicaré un espacio especial dentro de esta serie. Su producción se caracteriza por una esencia artesanal y tecnológica. La autora se manifiesta desde una voluntad de armonía absoluta. Condición que se da desde la fusión de inquietudes espontáneas (y aprendizajes académicos) que nutren todo lo que hace. Ya desde sus tiempos de estudiante era visible por su individualidad y la seriedad con la que enfrentaba las misiones que se imponía...
(Continuará).

lunes, 22 de junio de 2009

Juannio.com


Desde que tengo este espacio en 1996 he escrito, salvo excepciones extraordinarias, sobre Juannio, sus distintas dimensiones y misiones.
Trabajo que podría parecer redundante, pero que tiene el objetivo de hacer conciencia permanente acerca del enorme peso que conlleva para sus organizadores mover una actividad cuyos fines son recaudar fondos para beneficio social sin fines de lucro. Al mismo tiempo y por descontado, cada año se inaugura un escenario singular y serio para las artes del país.
¿Dimensiones? Habilitar guatemaltecos para que se integren en una sociedad que no los comprende y que, en el peor de los casos, los rechaza por ser diferentes es una de éstas. Educar niños especiales en países en vías de desarrollo —como Guatemala, el tercer mundo en su más dramática expresión— es un trabajo que se vuelve cuesta arriba, porque se efectúa a partir de programas muy específicos.
En otras palabras, el Instituto Neurológico de Guatemala o las obras que promueven entidades similares como FUNSILEC o Artes Muy Especiales requieren de una cadena de profesionales que condicione la formación de cada estudiante. Entre éstos destaca el psicólogo que evalúa al niño, el médico que dictamina su estado de salud, el otorrinolaringólogo —por lo general, tienen otros problemas que solucionar antes de entrar de lleno en su formación— y especialistas diversos según el problema más desarrollado que cada uno tenga.
Los resultados, que pocas veces son visibles de inmediato, son grandes triunfos y una labor magisterial que pocos quieren asumir, puesto que para terminar de fregar, es mal pagada.
Aun así, hay maestros de educación especial que toman su “misión” con carácter de apostolado. A lo anotado hay que añadir que, por ser una instrucción personalizada, se hace en aulas acondicionadas y grupos muy reducidos —cinco estudiantes máximo— que puedan presentar algunas similitudes. Como ven, las dimensiones se agrandan en pos de las misiones.
Y el pensamiento va de la mano del regaño tanto para algunos artistas como para sus coleccionistas. Hacer negocios debajo de agua y luego salir felices a proclamar a los cuatro vientos que consiguieron la pieza brincándose las trancas es robarles oportunidades a los niños. Por ello, a estas pujas ya no se invitan a los artistas y se vigila de cerca a los indeseables. Justos han pagado por pecadores. Este es un evento en el que todos ponemos algo de nuestra parte y en el que la ética profesional debe pesar sobre todo. Si usted se pregunta ¿estará hablando de mí?, probablemente es porque lleva su pecado a cuestas.
Producciones artísticas serias. El comité organizador de la subasta trabaja todo el año en la búsqueda de esquemas coherentes de curaduría que puedan dar garantías a los benefactores del Instituto Neurológico. La muestra puede visitarse en el Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida y, aunque la puja ya pasó, aún se pueden adquirir obras en el precio base más un pequeño porcentaje de ley…

lunes, 15 de junio de 2009

Juannio 2009


Desde que tengo este espacio en 1996 he escrito, salvo excepciones extraordinarias, sobre Juannio, sus distintas dimensiones y misiones.
Trabajo que podría parecer redundante, pero que tiene el objetivo de hacer conciencia permanente acerca del enorme peso que conlleva para sus organizadores mover una actividad cuyos fines son recaudar fondos para beneficio social sin fines de lucro. Al mismo tiempo y por descontado, cada año se inaugura un escenario singular y serio para las artes del país.
¿Dimensiones? Habilitar guatemaltecos para que se integren en una sociedad que no los comprende y que, en el peor de los casos, los rechaza por ser diferentes es una de éstas. Educar niños especiales en países en vías de desarrollo —como Guatemala, el tercer mundo en su más dramática expresión— es un trabajo que se vuelve cuesta arriba, porque se efectúa a partir de programas muy específicos.
En otras palabras, el Instituto Neurológico de Guatemala o las obras que promueven entidades similares como FUNSILEC o Artes Muy Especiales requieren de una cadena de profesionales que condicione la formación de cada estudiante. Entre éstos destaca el psicólogo que evalúa al niño, el médico que dictamina su estado de salud, el otorrinolaringólogo —por lo general, tienen otros problemas que solucionar antes de entrar de lleno en su formación— y especialistas diversos según el problema más desarrollado que cada uno tenga.
Los resultados, que pocas veces son visibles de inmediato, son grandes triunfos y una labor magisterial que pocos quieren asumir, puesto que para terminar de fregar, es mal pagada.
Aun así, hay maestros de educación especial que toman su “misión” con carácter de apostolado. A lo anotado hay que añadir que, por ser una instrucción personalizada, se hace en aulas acondicionadas y grupos muy reducidos —cinco estudiantes máximo— que puedan presentar algunas similitudes. Como ven, las dimensiones se agrandan en pos de las misiones.
Y el pensamiento va de la mano del regaño tanto para algunos artistas como para sus coleccionistas. Hacer negocios debajo de agua y luego salir felices a proclamar a los cuatro vientos que consiguieron la pieza brincándose las trancas es robarles oportunidades a los niños. Por ello, a estas pujas ya no se invitan a los artistas y se vigila de cerca a los indeseables. Justos han pagado por pecadores. Este es un evento en el que todos ponemos algo de nuestra parte y en el que la ética profesional debe pesar sobre todo. Si usted se pregunta ¿estará hablando de mí?, probablemente es porque lleva su pecado a cuestas.
Producciones artísticas serias. El comité organizador de la subasta trabaja todo el año en la búsqueda de esquemas coherentes de curaduría que puedan dar garantías a los benefactores del Instituto Neurológico. La muestra puede visitarse en el Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida y, aunque la puja ya pasó, aún se pueden adquirir obras en el precio base más un pequeño porcentaje de ley…

lunes, 8 de junio de 2009

Encuesta reveladora

Hace un par de semanas me llegó a las manos un documento que ya desde el título me llenó de curiosidad.
Era la Primera Encuesta de Público de las Artes Escénicas en la Ciudad de Guatemala, mayo-noviembre 2008, auspiciado por ADESCA. Trabajo que surge como parte del “Taller Integral para el Desarrollo de Estrategias de Desarrollo de Público para las Artes Escénicas en Guatemala, 2008”.
Sus contenidos, en algunos aspectos, me sorprendieron y en otros solo me dieron certezas de experiencias que me son muy familiares, y que más adelante comparto con ustedes.
Ya desde la presentación del trabajo se pueden apreciar los niveles de crisis en los que las artes escénicas formales y los teatros están atravesando. No hablo acá, por supuesto, del redituable jolgorio que gobierna las pseudosalas que contribuyen con la mala educación de los sentidos y el detrimento de espectáculo escénico.
Allí se apunta la teoría de la “enfermedad del costo de las artes escénicas” (mal de Baumol), en la que “mientras la economía global tiende a la reducción de la cantidad de horas hombre para obtener un producto de consumo diario, una puesta en escena (teatro, danza o música) requiere casi la misma cantidad de horas/hombre que hace cien o hasta 200 años, por lo que sus costos, al ser confrontados con la economía global, tienden a subir exponencialmente”. Concluye el párrafo con una idea obvia que ha hecho que muchos artistas escénicos abandonen el trayecto por convertirse en un camino cuesta arriba.
Entonces, ¿cómo financiar un trabajo digno al que por falta de recursos publicitarios pagados va a asistir poco público, y cuyos costos son mayores que las expectativas de cubrir los gastos generados en el evento? O más terrible aún, de dónde va a surgir un salario digno para los artistas que participan de la propuesta si el interés por el teatro serio o de búsqueda no llama la atención desde que la guerra interna lo mató.
Aunque no aborda el tema desde esa perspectiva, eso es lo que refleja el estudio central que, si entendí bien, aún está en su fase inicial.
Any way. Así lo expresarían los asiduos visitantes de los centros comerciales que en su vida han puesto un pie en un teatro… la encuesta incluye una página, la nueve, cuyo encabezado anota “algunos datos notables”. Entre ellos que las salas serias solo llenan una tercera parte de su capacidad a pesar que en el presente se hacen más obras de teatro.
Que la mitad de los encuestados no pagó por su admisión (eso a pesar que solo uno, de cada cinco eventos, es gratuito). Positivo es que el público que va a los teatros (no a los cafés teatros) tiene formación universitaria y, por ende, criterio. Es por ello que quien asiste a las salas va por la rama que se presenta. También está claro que quienes asisten con asiduidad al teatro son otros artistas.
El informe impreso del trabajo se reparte de modo gratuito en las salas de teatro, y lo puede solicitar también a ADESCA, en el Centro Cultural Metropolitano.

lunes, 1 de junio de 2009

DIE AUGEN

El pasado jueves quedó abierta al público la galería de arte Die Augen (Los Ojos), propiedad del oftalmólogo Carlos León, quien funge como su director.
La nueva sala, que ocupa dos niveles de un edificio, ofrecerá exposiciones periódicas en las que serán incluidos tanto artistas consolidados como emergentes. León creó el espacio como un lugar de apoyo y difusión, para que contribuya a cumplir con la función social que le corresponde dentro del desarrollo de la nación. Además de los usos administrativos y las funciones que tiene una galería, la Die Augen quiere crear una dimensión activa, dinámica, que sea un testimonio del acontecer cultural y que muestre un auténtico perfil de la comunidad a la que pertenece (C. León).
Además del mecenas, hay una figura muy importante detrás de todo esto y que se convierte en una garantía para la seriedad de los proyectos… la directora artística: Julia Vela.
Esta notable de las artes escénicas está poniendo toda su experiencia y energías en matizar una galería que seguramente va a estar marcada por la pluralidad. El catálogo de apertura es el mejor ejemplo ya que, junto con artistas como Rodolfo Abularach o César Izquierdo, se exhiben trabajos de artistas populares de poblaciones aledañas del lago de Atitlán y Comalapa. En este sentido Vela expresa que “Die Augen se ofrece al público como un centro de diálogo y nuevas propuestas conjuntas entre… curadores, críticos, artistas, promotores y marchantes, con la conciencia de que el Arte, como institución occidental, debe replantearse a la luz de nuestra realidad latinoamericana, y sus políticas requieren de una visión democratizadora acorde con la época en la que vivimos, en la que el arte deja de ser un bien de lujo, una pieza de contemplación y colección, para convertirse en una práctica viva y transformadora”.
En el recorrido destacan piezas sobresalientes por distintas razones. El retrato de Olga Arriola, pintado por Dagoberto Vásquez en 1945, antes que él partiera a especializarse a Chile, durante el gobierno de Arévalo, no es algo que se pueda ver usualmente.
En el trabajo ya se pueden apreciar algunos de los elementos de síntesis que el artista fue perfeccionando a lo largo de su carrera. Otro retrato de características destacables es el de un púber realizado por el panza verde José Miguel Leal, en 1906, y que aparece listado como sin título. El trabajo denota a un autor con muchas luces y oficio. Si estudió pintura en Guatemala tuvo que haberlo hecho con los autores cercanos a los artistas que trabajaron para Reyna Barrios y, por ende, con Durini, Doninelli, los hermanos Chávez, Santiago González, los hermanos Penedo y hasta Justo de Gandarias. Por su calidad, sin duda, habrá que investigarlo más a fondo.
De Elmar Rojas hay una acuarela de pequeñas dimensiones de 1969, de cuando existía Vértebra. La obra posee contenidos que demuestran la osadía de Rojas para criticar al sistema y el modo como el autor reinterpretaba sus fuentes de inspiración para crear un universo pictórico paralelo a la realidad. Como los listados, hay otras producciones interesantes.